Hace poco te contábamos algunos trucos muy top para que aprendas y practiques idiomas a diario y casi sin darte cuenta (parte 1).
Hoy queremos ampliar esta recopilación de consejos para que desempolves tu memoria lingüística.
Empecemos recordando los consejos que vimos en el último post:
1) Sumérgete en el idioma: crea una inmersión lingüística cambiando el idioma a tus dispositivos y aplicaciones.
2) Piensa en otro idioma y habla solo: traduce lo que haces y lo que piensas.
3) Consume lo que te gusta: aprende con redes sociales, vídeos, juegos y canciones en otro idioma.
4) Memoriza 4 palabras al día: con poco esfuerzo diario acabarás el año sabiendo traducir casi 1.500 conceptos nuevos.
5) Empápate de tus temas favoritos una hora a la semana: haz búsquedas monográficas en otro idioma.
¿Claros todos, verdad? Pues empecemos ya con los siguientes trucos infalibles para practicar idiomas casi sin darte cuenta (parte 2):
6) Aprovecha los tiempos muertos y tiempos invisibles practicando online
Nuestro día a día está lleno de huecos improductivos. ¡Ojo! También son necesarios para que nuestro cerebro descanse, pero ¿y si sacaras partido a algunos de ellos?
Puedes repasar ese listado de palabras que aprendes a diario (recuerda nuestro consejo número 4), leer unas páginas de un libro o seguir un podcast aunque sean unos minutos.
También puedes utilizar alguna aplicación para aprender idiomas. Seguro que conoces algunas, pero nosotros solo te podemos recomendar plataformas online que conocemos bien. ¿Y por qué? Pues porque las hemos desarrollado en casa y son 100% contenido propio.
7) Reserva una actividad rutinaria y cámbiale el idioma
Este consejo no va de tiempos muertos sino de comprometerte a cambiar de idioma siempre que te toque realizar una actividad cotidiana.
Puedes elegir el desayuno o la cena para hablar en otro idioma con tus compañeros de piso o con tu pareja.
¡Si tienes hijos hazles partícipes: se acostumbrarán a escucharos y aprenderán!
También puedes involucrar a tus colegas del trabajo a la hora del almuerzo. O consensuar con ell@s en qué estancia solo se puede hablar en ese idioma (comedor, pasillos, etc.)
Da igual si tenéis distinto nivel: puedes traducir lo que comenta (si es en inglés di: "You have said that..."), contestar en otro idioma ("I can tell you that...") y después traducirlo ("Te puedo decir que..."). Parece complejo, pero conseguirás practicar diálogos 100% reales!
Si decides practicar otro idioma tú solo, en voz alta o en voz baja, puedes optar por momentos más cotidianos: ordenar el armario, hacer la compra, mientras estás en la ducha o, por qué no, ¡en el W.C.! ¡Cualquier momento es bueno!
Puedes contarte a ti mismo qué estás haciendo o qué tienes previsto, traducir lo que sujetas o buscas, crear una historia y continuarla al día siguiente o, simplemente, leer en alto algunas páginas de un libro o revista en otro idioma.
Tú eliges qué hacer, cómo y cuándo: después solo tienes que comprometerte a cambiar de registro cada día cuando llegue ese momento.
Lo bueno es que no tendrás que crear rutinas nuevas sino que solo cambiarás de idioma en algunos momentos que se repiten en tu día a día.
Empieza con 15 minutos al día y verás qué rápido integras ese idioma en más y más actividades cotidianas.
Los resultados son alucinantes: cada vez te costará menos cambiar de idioma hasta que, simplemente, te resulte natural y empezarás a disfrutarlo.
8) Recupera las chuletas ¡legales!
Este es uno de los consejos más curiosos porque mientras tú realizas tus tareas diarias tu subconsciente seguirá trabajando e interiorizando la relación de ciertas palabras en otro idioma con los objetos a los que se refieren. ¿Cómo? Muy fácil: por tu memoria visual.
Solo tienes que etiquetar objetos que utilizas de forma continua. Puedes hacerlo en casa o en el trabajo. Si estás en una oficina coloca post-its a objetos sencillos (ordenador, teclado, impresora, taza, etc.). Y cuando te los hayas aprendido sustitúyelos por otros.
Si estudias un idioma en el que los sustantivos llevan artículo femenino o masculino puedes incluirlo en la chuleta que hagas de cada palabra.
Cuando veas que esta técnica funciona (y lo verás pronto), puedes mejorarla asignando colores a cada tipo de palabra (siempre relacionadas con ese objeto). Por ejemplo, sustantivos con post-its azules, verbos con etiquetas verdes y adjetivos en papel amarillo. Si es un ordenador puedes poner El ordenador I Teclear I Rápido.
9) Prepárate antes de clase, repasa después y aprende de tus compañeros.
Es frecuente que los alumnos acudan a clase con una actitud positiva pero también pasiva, pensando: “Estoy preparado para lo que me quieran enseñar hoy”.
Si verdad quieres sacar partido a las clases sigue estas tres recomendaciones:
Solo queda un consejo clave, el último de estos 10 trucos infalibles para aprender idiomas sin esfuerzo (parte 3). El que cierra el círculo y donde empieza todo esto.
Pero mejor te lo contamos en el próximo post: te avanzamos que, si lo sabes poner en práctica, será clave para que alcances cualquier reto en tu vida, personal y profesional.
Esperamos que estos consejos te hayan resultado útiles: ponlos en práctica y cuéntanos cómo te ha ido. Si tienes más, no lo dudes: búscanos en redes sociales (@idiomasUMH) y cuéntanoslos
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