La procrastinación se ha convertido en un fenómeno de masas, tanto que hay quien afirma que todos somos procrastinadores. Descubre si tú también lo eres. Te prometo que después de leer este post te lo pensarás dos veces antes de posponer algo (al menos aquello que realmente importa).
Posponemos recoger un armario, actualizar nuestro currículum o echar aceite en esa puerta que chirría. Pero también recuperar a ese mejor amigo que perdiste por un malentendido, certificarte en un idioma que necesitas para ascender o, incluso, ir al médico porque sabes que te dirá lo que no quieres oír: que necesitas sacar tiempo para cuidarte.
Y es que hay muchos tipos de procrastinadores: saber de qué tipo eres te ayudará a afrontar mejor el problema (porque sí lo es aunque todavía no lo quieras reconocer).
Están lo que evitan por miedo a fracasar o por hastío. Posponen el empezar o acabar algo por miedo a no hacerlo bien o porque no saben cómo hacerlo, por no cumplir las expectativas ajenas o propias, o bien porque les desagrada, les aburre o les entristece.
Si te sientes identificado también eres consciente de que esta procrastinación no sale gratis: cuanto más tiempo tardes en afrontarlo más durará el estrés y el agobio que te genera el seguir posponiendo eso que sabes que tienes que hacer.
Están esos a los que les motiva el posponer algo. Seguro que alguna vez has escuchado eso de “si lo estudio el último día se me quedan mejor las cosas” o “es que yo trabajo mejor bajo presión”. Y, aunque no es del todo falso (tener cerca el deadline de algo puede volvernos más productivos), esto no deja de ser una excusa. Roma no se construyó en un día, pero se colocaban ladrillos cada hora: así, con constancia y decisión, se levanta un imperio y se cumplen objetivos.
Están los ingenuos que planifican con demasiado optimismo. En este grupo se encuentran esos que nunca son realistas a la hora de predecir cuánto tiempo les va a requerir el completar una tarea. También, quienes creen que el multitasking es efectivo al 100% (siento decirte que no es cierto: tu cerebro divide la atención en varias cosas por lo que acabas por no comprometerte del todo con ninguna). O los que no prevén tiempo en su planificación para revisar o para imprevistos que surjan.
¿Todavía crees que esto no va contigo?
Si piensas que siempre hay tiempo para cumplir tus objetivos, los planes con los que te has comprometido, las responsabilidades que tienes, entonces la siguiente imagen es para ti. Detente en ella un par de minutos y recapacita:
¿En qué punto estoy?
¿Realmente tengo tanto tiempo como creo para cuidarme, mejorar mi situación personal, aprender idiomas, viajar, disfrutar? Todo esto a la vez que trabajo, enfermo, duermo y cumplo con otras obligaciones que no puedo posponer.
¿Cuánta vida he pasado ya y cuánta me queda por delante para hacer todo lo que quiero? Ojo, con calidad de vida, aunque esto no depende de nosotros (al menos al 100%).
¿Cómo te has quedado? Seguramente esta imagen te acompañará en el subconsciente durante unos días: si hemos conseguido eso ya habrá sido un éxito.
Pero como no queremos deprimirte te traemos dos cositas más.
PRIMERO. Una check-list de lo más sencilla para que empieces a organizar lo que quieres hacer:
Planifica: un calendario, una lista…como mejor te manejes. Empieza a fijar fechas de los temas principales y comprométete con ellas.
Establece objetivos a corto plazo: paso a paso. Cuando cumplas varios te sentirás motivado para seguir.
No te sobrecargues: sé realista con lo que puedes hacer sin saturarte ni sentirte frustrado si no lo logras. Es un camino largo. Poco a poco.
Aparta distracciones: céntrate en cada tarea para rendir al 100% y poder celebrar que la empiezas, avanzas y la concluyes.
Descansa: mímate de vez en cuando. Serás mucho más productivo si también te dedicas tiempo para hacer lo que quieres o, simplemente, para no hacer nada.
SEGUNDO. Un vídeo en inglés (subtitulado en español) que debes ver sí o sí.
Al final del post te traemos la charla TEDx sobre procrastinación de Tim Urban, speaker habitual y autor del blog Wait But Why.
Y, es que, como dice Urban todos dejamos las cosas para el último día. O al menos para el penúltimo.
No te lo puedes perder. ¡Ya lleva más de 60 millones de reproducciones!
Esperamos que este post te toque la patata. Y si ahora que te pones manos a la obra decides que uno de tus propósitos es APRENDER UN IDIOMA o CERTIFICAR TU NIVEL, pssst, ya sabes dónde estamos