Nadie puede negar que la pandemia nos empujó hacia una digitalización de la vida, pero también fue clave para que adaptáramos nuestras rutinas y nuestras creencias sobre la formación online como una herramienta clave para aprender y practicar idiomas.
Sin embargo, están quienes siguen pensando que para preparar un examen de certificación como los que realiza Cambridge es necesario pisar una clase, practicar todo en papel y rozarse los codos con los compis del curso. Todo lo contrario.