Enseñar idiomas es todo un reto, pero no menos que conseguir que los alumnos se muestren interesados.
Pueden surgir muchos inconvenientes que hagan que una actividad tan enriquecedora y útil como aprender una nueva lengua se convierta en algo desesperante.
Pero no desistas, en el Centro de Idiomas UMH estamos para ayudarte.
Por eso, vamos a explicarte cinco claves para captar la atención de los alumnos y, si eres alumn@, puedes sugerir a tu profe introducir estas mejoras en su método de enseñanza.
¡Verás muy pronto el progreso!
Ayúdales a sentir la motivación
Una planificación de actividades entretenidas hará más amenas las sesiones. El primer consejo que podemos dar es empezar organizando los objetivos que cada uno espera conseguir: en este post explicamos cómo superar el deseo irrefrenable de procrastinar cuando aprendes un idioma, para que no abandone y cumplas tu propósito.
Sin embargo, es casi inevitable que cuando los estudiantes se enfrentan a un idioma nuevo sufran estrés y ansiedad ante lo desconocido. ¿Y cuál es el mejor remedio para superar el miedo a la oscuridad? ¡Eso es, encender la luz!
Para ello, se puede empezar presentando el idioma en el que se van a sumergir para provocar interés.
Es posible explicar el contexto del idioma (cómo y dónde nació, cuántos años tiene...), los países en los que se habla, por qué resulta útil su aprendizaje, personajes famosos (de lo más cultural a lo más urbano), etc.
Seguro que surgen nuevas preguntas y aumenta la motivación.
Infinitos recursos para aprender
Al salir de clase es fundamental que los alumnos sigan acercándose al idioma. Puedes animarles para que consulten contenidos que les interesen relacionados con esa lengua: quizás prefieran ver series y películas en versión original adaptadas a su nivel, o les vaya más las lecturas clásicas.
Puede que opten por hits musicales, preparar un viaje y conocer sus rincones (siempre hay opciones para todos los bolsillos), sus leyendas y curiosidades del lugar, o bien platos típicos de su gastronomía.
O, tal vez, les apasiona empezar por lo más básico: sus onomatopeyas y otras expresiones comunes.
Hay infinidad de situaciones en las que puedes practicar: si no te lo crees echa un ojo a estos trucos infalibles para aprender idiomas sin esfuerzo (parte 1, parte 2 y parte 3). ¡Toma nota porque vas a querer aplicar todos!
Utiliza la tecnología
Un libro es una herramienta básica e ideal para enseñar los conocimientos de un idioma.
Sin embargo, con las tecnologías actuales, existen un gran número de recursos didácticos que hacen que aprender un idioma sea mucho más divertido.
Utiliza recursos web, por ejemplo, seguir las letras de canciones en ese idioma, ver charlas online en versión original de ponentes que te fascinarán o alguna de las miles de opciones de gamificación para mejorar tus conocimientos lingüísticos.
Y, si tienes ganas de viajar cómodo, puedes incluso utilizar apps como Google Earth para visitar algún país en el que se habla esa lengua, recorrer sus calles, leer sus carteles…¡y hacerlo incluso desde el sofá!
Incide en lo útil
Una forma ideal de enseñar un idioma es mostrar interés en los gustos personales de los alumnos.
Si a un estudiante le gusta mucho el fútbol, una buena manera de animarle es pedirle que se aprenda todas las reglas del fútbol en ese idioma.
Asimismo, simula situaciones cercanas al alumno/a donde se utilice dicha lengua. Por ejemplo: ir al supermercado, mantener conversaciones en su trabajo, etc.
La realidad es que puedes aprender un idioma incluso cuando vas de compras. Todo ello fomentando el trabajo cooperativo y favoreciendo la comunicación oral en todo momento.
Inspira a tus alumn@s
Si un profesor es capaz de inspirar a los alumnos, tiene mucho terreno recorrido. Hacerlo permitirá que el estudiante tenga interés por seguir estudiando y practicando por su cuenta.
Un buen modo es aprovechar la diversidad cultural del aula y el entorno para normalizar el uso de dicha lengua, por ejemplo, invitando a nativos que hablen de su país o visitando museos o monumentos de esos lugares ¡aunque sea con recorridos virtuales!
Y si os atrevéis organizando una sesión de karaoke en clase con canciones en esa lengua: ¡practicaréis la pronunciación y os echaréis unas risas juntos!
Y recordad, profesores y profesoras del mundo: Si vuestra vocación es ser profesor/a, no desistáis... ¡Merece la pena!
Esperamos que estos consejos os ayuden a aprender y enseñar idiomas.
¿Recomendarías alguna otra clave? ¡Cuéntanoslo en @idiomasumh! 😉
